La Educación en su Mejor Momento, para Cambiar

06.08.2020

Escrito por Sylvia Valencia

Mucho se ha escrito sobre la necesidad de repensar la educación, ningún momento mejor que este para hacerlo pues la crisis que ha traído el Covid-19 nos ha dado la oportunidad de poner el tema sobre la mesa. Todos somos testigos, que esta pandemia ha sido, desde sus inicios, una experiencia traumática que nos ha cambiado la vida a todos, es una crisis mundial. En el caso de nuestro país, ha puesto en evidencia todas nuestras carencias estructurales, personalmente considero que entre las más significativas están las del sector salud y las del sector de educación.

La crisis en educación es general, según cifras del World Economic Forum, unos 1.5 billones de estudiantes (casi 90% de todos los alumnos de educación escolar y superior del mundo) no serán capaces de asistir presencialmente a clases (Kandri, 2020). Cabe aclarar que si bien en Perú ya teníamos serias deficiencias estructurales mucho antes de la pandemia, con esta coyuntura la situación se ha agravado aún más. En este contexto, el primer gran reto ha sido (y sigue siendo) el convertir en un cortísimo plazo, el modelo presencial tradicional en un modelo a distancia; cambio que ha tenido un impacto dramático tanto a nivel gobierno, ministerio, colegios, profesores, alumnos y padres. Cambio para el cual como país no estábamos ni remotamente preparados; como muestra mencionaremos que según informe 2019 de Ipsos, solo el 59% de hogares urbanos a nivel nacional tiene acceso a internet.

En la educación pública se ha tenido que recurrir a una variedad de medios para poder tratar de llegar a la mayor cantidad de población escolar a nivel nacional. Se han usado plataformas virtuales, programas de televisión y de radio entre otros. En los colegios privados se han adoptado diversos medios también como aulas virtuales (libres y otras de pago), sistemas de videoconferencias, Smartphones e incluso hasta WhatsApp. En general, se sigue recurriendo a todos los medios disponibles para cumplir con el plan anual educativo, y así evitar que se pierda el año escolar.

En el caso de la educación superior, sobre todo las universidades públicas han tenido que pasar por esta adaptación también e incluso también, la mayoría de las privadas; otras pocas como es el caso de UPC pudieron hacer ajustes rápidamente pues desde hace años vienen trabajando un esquema híbrido que permite que los alumnos lleven tanto cursos 100% presenciales como blended que combinan clases presenciales y clases online. Ello gracias a que UPC cuenta con un LMS (Learning Management System) que permite a los alumnos tener toda la información de los cursos que llevan, los syllabus, los materiales, lecturas, videos, foros de discusión, entrega de trabajos y notas, todo en una sola plataforma.

Pero dejando de lado el reto de la necesaria y acelerada adaptación al entorno virtual por el que está pasando el sector educativo, y las grandes limitaciones de acceso a internet que existen, cierto es que aún existen muchas dudas sobre la calidad de la educación a distancia en comparación con la educación presencial. En Mayo pasado, según la encuesta realizada por Datum (para los diarios Perú21 y Gestión) sobre la Opinión de los peruanos respecto a la educación virtual (aplicada a mil personas entre 18 y 70 años a nivel urbano), el 73% cree que se aprenderá menos con las clases virtuales que con las presenciales, el 14% considera que "No se aprenderá nada" con la educación virtual y un 12% indica que se aprenderá igual que con las clases presenciales. (Peru 21, 2020). Estos resultados basados en la educación virtual en general (escolar, técnica y superior) dejan clara evidencia de la baja percepción que se tiene respecto a este tipo de formación.

Sin embargo esta percepción podría explicarse por diferentes razones ajenas a la capacidad y ventajas propias de la formación virtual. Puede estar relacionada con los habituales problemas de conectividad que se presentan en los hogares, con la falta de equipos para que cada cual en casa puede simultáneamente tomar las clases virtuales (hijos que estudian) como trabajar (padres que hacen home office). De otro lado están los recursos implementados por las instituciones educativas para hacer frente a la necesidad del dictado virtual, que no han sido necesariamente los idóneos, o los profesores mismos que a pesar de su pericia para enseñar en un aula física, no tienen necesariamente esa misma habilidad en el entorno virtual y por lo tanto han tenido que aprender en pocos días a utilizar la tecnología, a la par que hacer modificaciones a sus metodologías y materiales para adaptarse al nuevo entorno. Tema aparte es la percepción respecto al costo de la educación virtual, ya que muchos creen equivocadamente que es mucho más "barato" lo virtual que lo presencial, porque entienden que se "ahorran" una serie de gastos (como locales, luz, agua seguridad, etc.) además de la prestación de los servicios de soporte que ya no se brindan presencialmente. Por ello probablemente es que llegan a concluir que las instituciones educativas están en la obligación de bajar tarifas. Este último punto ha causado gran controversia a nivel local, y siendo honestos dista mucho de tener un fundamento sólido. Por lo menos no en el caso de las universidades y/o colegios que sí han invertido y siguen haciéndolo en plataformas educativas de clase mundial (Learning Management System LMS), en el desarrollo de contenidos adhoc para este tipo de enseñanza, y en la capacitación continua de los profesores para asegurar un manejo óptimo de las nuevas herramientas, además de la provisión de todos los servicios de soporte por via online; esto tiene altos costos de diseño, implementación y mantenimiento, que la mayoría no conoce.

Todos estos hechos contribuyen a generar una percepción negativa sobre la educación virtual, sin embargo si revisamos investigaciones recientes vemos que la realidad es distinta. Mientras que algunos creen que la rápida implementación no planificada de la enseñanza virtual está generando una experiencia de usuario deficiente que no conducirá a un crecimiento sostenido, muchos otros creen que lo que surgirá es más bien un nuevo modelo híbrido de educación, con beneficios significativos para todos (Li & Lalani, 2020).

Algunas instituciones veían antes a la educación virtual como una amenaza, sin embargo cierto es que ha sido una salvación que quedará para el largo plazo. Si bien la crisis del Covid-19 nos ha obligado a embarcarnos como podamos a esta nueva modalidad, lo cierto es que ésta ya venía con grandes expectativas de crecimiento. El mercado de tecnología educativa antes del Covid-19, ya había logrado un gran crecimiento y adopción por diversas entidades, con inversiones cercanas a los 18.7 billones de dólares en 2019 y un crecimiento proyectado de 18.5 veces pues ya se estimaba que el mercado general de la educación en línea alcanzaría los 350 billones de dólares en 2025. (Li & Lalani, 2020).

Pero además venía logrando resultados comparativamente mejores en términos de aprendizaje, que la educación tradicional face to face. Según señala el reporte del WEF: "The COVID-19 pandemic has changed education forever. This is how."

"Algunas investigaciones muestran que, en promedio, los estudiantes retienen un 25-60% más de material cuando aprenden en línea, en comparación con sólo un 8-10% en un aula. Esto se debe principalmente a que los estudiantes pueden aprender más rápido en línea; el aprendizaje electrónico requiere un 40-60% menos de tiempo para aprender que en un entorno de aula tradicional porque los estudiantes pueden aprender a su propio ritmo, volviendo y releyendo, saltándose o acelerando a través de los conceptos como ellos elijan." (Li & Lalani, 2020)

Sin embargo el reporte aclara que estos resultados varían según la edad, si bien los niños pueden beneficiarse de la tecnología, ellos necesitan un entorno más estructurado y pueden incorporarla. Pero es la educación superior la que puede verse más beneficiada y la que será la promotora de una revolución en el aprendizaje, pues los estudiantes actuales son nativos digitales y adultos capaces de manejar la rigurosidad del aprendizaje virtual (Kandri, 2020). De allí la importancia que las universidades realmente inviertan seriamente en tecnología educativa, que realicen los cambios de procesos y de metodologías que correspondan, pero sobretodo que se comprometan con el cambio de mindset que esto requiere. Los alumnos ahora que han probado (obligados por la coyuntura) parte de las ventajas de este aprendizaje privilegiarán a aquellas instituciones que mejor preparadas estén para ofrecerles este modelo, que no tiene que ser solo virtual o solo presencial, puede ser híbrido, la clave está en la capacidad de las universidades para ofrecer diversas alternativas a sus alumnos que les permitan elegir aquello que más les convenga.

Cabe señalar que no todo depende de las universidades, depende también en nuestro caso, del Gobierno y la adecuación de la Ley Universitaria para que sea más flexible en cuanto a la enseñanza virtual, y a la inversión en la infraestructura necesaria que permita mayor penetración de hogares a nivel nacional con acceso a internet y que asegure una mejor calidad de conectividad.

Hemos hablado de los múltiples beneficios que la educación virtual de calidad puede lograr, desde lo más obvio como puede ser el ahorro de tiempo en desplazamientos físicos, o incluso la posibilidad de estudiar en cualquier parte del mundo desde casa; hasta aspectos más concretos como mejor comprensión de contenidos, mayor rapidez de aprendizaje, personalización del estudio (cada uno va a su ritmo) entre otros. Otra ventaja sumamente importante, es la convivencia y conocimiento del uso de tecnologías y herramientas que preparan a los estudiantes para su futura empleabilidad en un entorno donde el uso de la tecnología es fundamental. Ese entorno tecnológico de aprendizaje que puede estar 24x7 a su disposición, les permitirá además formarse con una mentalidad de lifelong learning, que hoy es un requisito indispensable para nuestra supervivencia. En esta época de innovación, disrupción y cambio constante, la adaptabilidad y la agilidad para aprendizajes diversos son habilidades indispensables, y es justamente la enseñanza virtual la que mejor se adecua para permitir la adquisición de estas habilidades, y de todos los nuevos skills que el entorno laboral y personal nos exige hoy (Mintz, 2020). Para que cada vez la educación sea más global, más inclusiva, más ágil y más flexible es que necesitamos un cambio radical del sistema de educación actual, que apueste por un sistema híbrido que potencie las virtudes de cada modelo y que permita a los estudiantes estar siempre listos para seguir aprendiendo.


Bibliografía

Kandri, Salah-Eddine (2020). How COVID-19 is driving a long-overdue revolution in education. Obtenido de World Economic Forum https://www.weforum.org/agenda/2020/05/how-covid-19-is-sparking-a-revolution-in-higher-education/

Li, Cathy; Lalani, Farah (2020). The COVID-19 pandemic has changed education forever. This is how. Obtenido de World Economic Forum https://www.weforum.org/agenda/2020/04/coronavirus-education-global-covid19-online-digital-learning

Mintz, Steven (2020). Reimagining Higher Education Post-Coronavirus. Obtenido de Inside Higher Ed https://www.insidehighered.com/blogs/higher-ed-gamma/reimagining-higher-education-post-coronavirus

Peru 21. (07 de Mayo de 2020) Coronavirus en Perú: 73% cree que se aprenderá menos con las clases virtuales que con las presenciales. Obtenido de https://peru21.pe/peru/coronavirus-en-peru-73-cree-que-se-aprendera-menos-con-las-clases-virtuales-que-con-las-presenciales-segun-datum-educacion-virtual-minedu-covid-19-noticia/?ref=p21r

Sylvia Valencia

Directora de Planeamiento y Proyectos Académicos
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Sylvia Valencia, es una ejecutiva con más de 30 años de experiencia directiva en empresas locales y transnacionales, en áreas de Marketing, Customer Experience y Gestión de Proyectos. Actualmente es Directora de Planeamiento y Proyectos Académicos en la UPC y estudiante del doctorado en Gobierno de Organizaciones del PAD. 

© 2020 Human Capital Planning. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar